Mi abuela siempre me dijo, “Solo encontraras un marido o en tu casa o en la iglesia” y parece que tenia razón.
Fue un 24 de diciembre, yo venia del salón de belleza y mi hermano me esperaba para ir a casa de mi abuela. Al llegar a casa lo vi hablar con un vecino, un joven medio gordito con aspecto de Dominican –York, me lo presento, muy formal:
-Mucho gusto mi nombre es David, yo (indiferente), le respondí, Encantada y subí al vehículo, sin mucho interés, nos dirigimos a casa de mi abuela. Y no lo volví a ver hasta la noche, cuando lo vi desde su balcón observando la fiesta que había en mi casa.
Recuerdo esas fiestas como las peores de mi vida, mi hermano ya no vivía con nosotras y mi madre siempre tenia una actividad, y yo no tenia a nadie en mi vida, a pesar de las reuniones familiares, el año 2002, me llego en medio de una depresión sola en mi habitación, llorando y pidiéndole a Dios por un compañero, no sabia que mi respuesta esta justo en la casa de la frente, pensando lo mismo.
No lo volví a ver hasta principios del nuevo año, cuando en mis afanes sabatinos de limpieza, me llevaron a limpiar la acera, y no repare en que la blusa de tirantes que llevaba, no representaba ningún reto para mis grandes senos que se asomaban cada vez que me agachaba a recoger las hojas del suelo. Tampoco repare en el par de ojos que me observaban desde la cera del frente, por lo que me sorprendí al escuchar: “la ayudo Joven”. Mire hacia arriba y me encontré con unos ojos claros y una blanca sonrisa. Le dije que no que gracias y me apresure a terminar ya que no estaba en mis mejores fachas.
Sentía que no podía pararme en el frente de la casa sin que el estuviera ahí, siempre saludándome con la mano, no se que se creía, no era mi tipo, era bajito, regordete y de pies pequeños, además no soportaba su forma de vestir, no era mi estilo.
Una tarde mi hermano me dio una hoja y me dije “te lo enviaron”, me extrañe era una hoja de vida, su resume, tenia todos sus datos, mi hermano me dijo en burla,” a ver si lo contratas para que deje de asecharnos”. El siempre buscaba pretextos para pedir el teléfono prestado o entrar a saludar a mi madre.
Una tarde me vio sentada leyendo en la terraza y me pregunto si podía darle datos sobre la universidad a la que iba ya que el estaba interesado en aprender español.
Me dio sus datos y me hablo de el, de su trabajo en el cuerpo de paz, que trabaja en hospitales, que había estado en la guerra del golfo, me dijo que era maestro que trabajaba en NY, que venia de vacaciones a ver a su prima, me invito a tomar algo por la zona colonial, esta vez tuve la oportunidad de mirarlo bien, tenia un pañuelo negro que mas que un gángster lo hacia ver como un pirata regordete, había algo de niño en el, y me pareció sincero. Le acepte la invitación, y esa tarde del 10 de enero del 2002, nos fuimos en taxi, hacia la zona colonial, fui explicándole edificio por edificio, calle por calle, cada estatua, y el solo sonreía, y tomaba fotos, caminamos por casi 3 horas y yo tenia sed y calor y decidí sentarme en un banco de piedra, y me compro un helado y un paquetico de maní salado, estaba sorprendida por la tacañería de este hombre, quien me había invitado y no tenia ni para invitarme a un lugar decente. Su excusa era que tenía el dinero en dólares, y que pensaba cambiarlo en algún lugar de la zona, pero era domingo y todo estaba cerrado. Caminamos un buen rato, yo le decía que no había problema que yo tenia dinero y el se negaba a aceptar que yo pagara algo, al final decidió ir a un ATM , pero ya era tarde yo tenia calor y quería irme, así que llamamos un taxi .
En el camino se disculpaba y me ofrecía traerme cosas en sus próximos viajes, yo cortes, lo rechazaba, no estaba acostumbrada a ese tipo de trato y no lo quería ver mas.
Al llegar a casa baje del taxi y me despedí, el vivía al cruzar la calle a si que ni moleste en hablar mucho. Al llegar a mi casa le dije a mi madre, con este no vuelvo a salir, A la media hora, yo estaba bañándome, y mi madre me avisa que me busca el joven, me pongo una bata y salgo a la sala, y ahí estaba el con un pequeño osito de peluche color azul, y me dijo que quería que tuviera un buen recuerdo de nuestra primera cita y se despidió muy cortes. Me sorprendió agradablemente.
Al otro día, en la noche fue despedirse ya que se iba en la madrugada para NY, mi madre y mi hermano se las arreglaron para dejarnos solos, estábamos sentados uno al lado del otro, me miro a los ojos y vi algo, vi algo que me gusto, sentí algo caliente por dentro, había música, y me pidió lo enseñara a bailar estábamos solos y yo seguía intrigada por ese brillo misterioso, se paro frente a mi y note que no era tan bajito, yo apenas llegaba sus hombros, me tomo por la cintura y hubo un momento mágico y casi eterno, donde solo nos quedamos ahí, frente a frente, no hubo beso ni nada solo magia.
De momento llego mi madre y nos interrumpió, el apenado se apresuro a despedirse y me aseguro en frente de mi familia que volvería en 2 meses, y que cuando volviera era en serio. no supe que quiso decir con eso en ese momento…pero pronto lo sabría.